Hay un comienzo para cada historia

Acrílico sobre papel, 96x66 cm, 2020

Cuando somos pequeños, todo el mundo que nos rodea y esos misteriosos asuntos que preocupan a los adultos nos parecen tan grandes como irresolubles. Y, cuando creces y comienzas a representar su mismo papel en la vida, aquella realidad que antes creíamos tan lejana cobra una nueva perspectiva.

 

Crecer no es fácil. Significa cambiar y dejar de ser quienes éramos. Implica entregarse a emociones poderosas y aventurarse por sendas que desconocemos, como peaje para desarrollarnos de pleno como personas. Implica un esfuerzo notable y, sin duda, también el riesgo de equivocarnos.

 

También crecemos como individuos a través de los retos que nos proponemos. Cualquier meta que merezca la pena, cualquier buen proyecto siempre nace frágil y lleno de interrogantes. Sin embargo, el mayor de ellos es que nunca sabremos lo lejos a donde nos podría llevar, si no apostamos de verdad por él.

Cuando presenciamos a un estudiante defendiendo su tesis o un actor brillando sobre las tablas, cuando disfrutamos de los grandes campeones del deporte compitiendo en su disciplina, quizás olvidamos que su carrera también ha empezado desde abajo, con vacilaciones y tropiezos. Sin embargo, todos ellos tenían algo en común: la suficiente ilusión y paciencia para esperar el fruto de ese esfuerzo.

 

Dejemos que la semilla eche raíces y crezca. Hay un comienzo para cada historia y sólo depende de nosotros dar el primer paso.

 

 

Enlace en alta resolución: www.flickr.com/photos/santasusagna/50408543916

Logo

© Derechos de autor. Todos los derechos reservados.

Necesitamos su consentimiento para cargar las traducciones

Utilizamos un servicio de terceros para traducir el contenido del sitio web que puede recopilar datos sobre su actividad. Por favor revise los detalles en la política de privacidad y acepte el servicio para ver las traducciones.